De los 730 goles que ha marcado en toda su carrera, incluso los que ha marcado en amistosos y en su época de La Masía, todos han sido dedicados a la abuela materna de Messi, Celia Olivera de Cuccittini.
Nació el 26 de mayo de 1930, hija de Pedro Olivera y Emilia. Más tarde, a los 31 años, tuvo una hija llamada María Celia Cuccittini, que luego, junto a Jorge Messi, tuvo un hijo (además de otros 3 hermanos) llamado Lionel Andrés Messi Cuccittini. Ella fue la principal inspiración de Messi para convertirse en futbolista en 1992, cuando ingresó en el Grandoli (entró en el club gracias a los esfuerzos de Celia).
Desgraciadamente, murió en 1998, cuando Messi aún estaba en Newell's Old Boys, y esto obviamente significó mucho para Leo. Al fin y al cabo, la mayor defensora de sus sueños acababa de irse, así que no iba a ser fácil continuar.
Pero, sin embargo, siguió adelante, terminando su etapa en Newell's Old Boys, yéndose al Barcelona a mediados del 2000, y continuando su carrera allí hasta hoy.
Ahora, cada vez que marca un gol, señala con sus dos dedos índices al cielo para dedicárselo a Celia, la persona que le introdujo en el deporte que ahora es el mejor, y la primera persona que creyó en sus capacidades.
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