30 de mayo de 2015. El Athletic de Bilbao y el Barcelona se enfrentan por la final de la Copa del Rey. Casi 100.000 personas en las gradas están mirando. Son las 19:29 del reloj, ambos están empatados 0-0, y Messi recibió el balón unos metros antes de la línea de medio campo. Todos conocemos el resto, pero analicemos el que quizá sea el mejor gol de la historia del fútbol.
Gracias a los trabajos de ESPN, sabemos lo siguiente: Cuando recibió el balón, pasó de 0 MPH a 19,5 MPH en sólo 2,73 segundos, lo que es comparable con un velocista del fútbol americano, como Jamal Charles por ejemplo, todo ello con el balón en los pies y cerca de él también. Luego desaceleró e hizo 3 toques cortos para deshacerse de 2 jugadores del Bilbao en cuestión de 1,2 segundos. Después de que Mikel Rico intentara marcarle sin éxito, Messi entró en el área para la parte final de la jugada.
Allí, realizó un movimiento de ida y vuelta para deshacerse de Laporte y, finalmente, golpeó el balón desde 14 metros hacia el primer palo con su pie izquierdo, yendo a una velocidad de 48 MPH. El balón no llegó a la mano del guardameta por menos de 15 centímetros, y entró en la red para abrir el partido. El margen de error de su puntería lateral fue de 0,75 grados, es decir, 1,5 mm, lo que significa que dio en el punto perfecto con un margen de error del ancho de una brizna de pasto.
La jugada duró 11,4 segundos y cubrió casi 60 yardas, pero incluso entonces, el balón se desvió de Messi por más de 2 pies sólo dos veces, para un total de menos de 2 segundos. 7 minutos después de ese gol, creó una gran oportunidad para Piqué, pero no pudo convertirla. Más tarde, pasó el balón para Rakitic, que se lo dio a Suárez, quien asistió el gol a Neymar, y en la segunda mitad, e hizo su segundo gol en la segunda mitad. El Barcelona acabó ganando la final por 3-1, y Messi fue el MVP del partido. Fue su segundo trofeo de los 5 que ganó ese año.
Obviamente, estaba nominado al Premio Puskás, pero como los aficionados brasileños asaltaron las votaciones de los hinchas, Wendell Lira ganó el premio inmerecidamente. Aun así, el gol será recordado durante mucho tiempo, y algunos incluso lo consideran el mejor gol de todos los tiempos, siendo el autor el más grande de todos los tiempos.
Esperemos que mañana ocurra algo parecido. Pero hasta entonces, nos vemos en el próximo blog
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